El alcalde descarta el iGastrolab y plantea una sala multiusos en su lugar

En un principio, se planteó un mercado de abasto y con esa idea se construyó el edificio, que está en frente del centro de salud. Después, en este inmueble, se proyectó un centro de formación e innovación gastronómica y de hostelería, llamado iGastrolab. Lo cierto es que ninguna de estas propuestas llegó a culminarse. Ahora, parece que este edificio, situado en la calle Emilio Martínez y que nunca ha sido utilizado, puede tener un nuevo destino.

El alcalde, José Antonio Redondo, avanza que la idea del equipo de Gobierno es que se convierta en una gran sala multiusos, al menos, su planta de arriba. Para ello, será necesario llevar a cabo una serie de obras con personal municipal.

Redondo recuerda que el proyecto del iGastrolab es inviable. Considera que se podrían hacer las instalaciones, pero luego no se podrían mantener, al menos, a través de un ayuntamiento como el de Trujillo. Hay que recordar que este centro gastronómico iba a acoger un centro culinario en el que se pudieran impartir titulaciones oficiales de gastronomía de Perú, gracias a un convenio con la Universidad San Ignacio de Loyola de Lima.

Para la construcción de este centro innovador, el Consistorio firmó un convenio con Liberbank para su financiación. De hecho, se llevaron a cabo algunas obras. Redondo matiza que, de ese acuerdo, se ha conseguido rescatar 150.000 euros, que se van a reinvertir en la puesta en marcha de la piscina climatizada.

Avanza, además, que está pendiente de una reunión con responsables de la entidad bancaria para tener su autorización para poder comenzar las obras de esa futura sala multiusos. No tiene dudas de que, con su gran luminosidad, puede tener una gran utilidad. Lo que todavía no se tiene decidido es qué se hará con el sótano de este inmueble, planteado para las cámaras de ese mercado de abasto. «Tendremos que pensar qué podemos hacer», añade.