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Manuel Rubio, en la sala de alcaldes, con la colección de retratos JSP

Alberto Casero ya tiene su retrato

obras ·

Ayuntamiento. Se ha completado la colección de retratos de alcaldes y alcaldesa desde finales de 1899 hasta la actualidad, pintados por el artista Manuel Rubio

Lunes, 23 de agosto 2021, 09:01

A cada paso que uno da por el Ayuntamiento trujillano, es fácil encontrar una obra del artista local Manuel Rubio. No en vano, estuvo trabajando para la institución municipal durante su última época de su vida laboral. Cuadros, carteles y escudos con su firma adornan las paredes de la casa consistorial. A sus 78 años, recuerda como si fuera ayer esa «preciosa» época. Tampoco se olvida de la intrahistoria de cada una de sus creaciones. En las últimas semanas, esa 'colección' de más de cien obras ha aumentado.

Se debe a que la sala de alcaldes, donde están los retratos elaborados por Rubio de todos los mandatarios trujillanos desde 1899 hasta ahora, tiene una nueva pintura. Se trata de la imagen de Alberto Casero, con su correspondiente placa donde se refleja que fue alcalde desde 2011 hasta 2019. Anteriormente, la última obra que hizo fue la de Cristina Blázquez, en mayo de 2011. También en esa época fue cuando se comenzaron a lucir esos retratos en esta sala, dedicada a reuniones y ruedas de prensa.

Manuel Rubio apunta que el cuadro de Casero lo terminó ya hace unos meses, tras la solicitud hecha por el actual equipo de Gobierno. La pintura la ha sacado a partir de una fotografía. Para ello, ha invertido entre 18 y 20 horas. Reconoce que, como en cualquier retrato, lo complicado ha sido captar esos rasgos que caracterizan a la persona. No obstante, sostiene que, al conocer al personaje, no ha tenido demasiadas dificultades.

Tradición

La concejala Manuela Ortega indica que, con el encargo realizado, se ha pretendido seguir con la tradición de esta serie de retratos. Por su parte, Alberto Casero, ya en otras facetas de la política, agradece el detalle del actual equipo de Gobierno y que quede reflejado, en forma de cuadro, el paso de los alcaldes y alcaldesa por el Ayuntamiento. También insiste en agradecer ese apoyo que le dio la ciudadanía para estar al frente del Ayuntamiento. «Posiblemente es la responsabilidad más importante que uno puede tener», sostiene.

Casero, ahora diputado nacional, resalta que se ha contado con él en el proceso de elaboración, en el que ha participado no solo el artista, sino también Manuela Ortega, con el apoyo de la edil popular Consuelo Soriano. «Estoy muy conforme con el resultado final», añade.

Este cuadro completa esa colección ahora de 23 retratos. Rubio recuerda que esta iniciativa surgió en 2005, a través de un encargo del quien era anterior secretario del Ayuntamiento, don Abelardo, como se le conocía. Con el visto bueno de José Antonio Redondo, siendo alcalde en su primera etapa en el Consistorio trujillano, inició esos trabajos.

El primero que terminó fue el de Benigno Fernández, en octubre de 2005 y, a partir de ahí, se sucedieron esas pinturas entre 2005 y 2006, junto a otras tareas. Recuerda que partió de fotografías en blanco y negro y que cuelgan en otra sala de la casa consistorial. Como a la gran mayoría no los conoció, tuvo que tirar de imaginación, sobre todo para dar el color, teniendo en cuenta la época en la que vivieron. Así se refleja en los tonos de chaqueta, jugando con grises, marrones y azules, entre otros. Considera que uno de los más conseguidos es el de Ezequiel Pablos, a quien sí conoció en persona.

Nuevo retrato

Los primeros 20 cuadros terminaron con Agustín Villanueva, que fue alcalde los años 1995 y 1996. Después, vino el de Redondo, como mandatario entre 1996 y 2008. Rubio opina que fue complicado su retrato por la foto que le entregaron. Además, tuvo que copiar el collar de alcalde de otro lugar, ya que la imagen original no lo tenía, explica como anécdota. El siguiente fue el de Cristina Blázquez, como alcaldesa entre 2008 y 2011. Tras el de Casero, a Manuel Rubio le llegará el encargo de nuevo de Redondo, que tendrá su retrato en esta nueva etapa como regidor.

El retrato del líder popular no es la única obra de este artista que se ha incorporado últimamente a las paredes del Ayuntamiento. Hace unas semanas se colgó en el hall un cuadro de Francisco Pizarro, de grandes dimensiones. Realizado en 2007, no se ha expuesto hasta ahora.

Debido al paso del tiempo, Rubio ha tenido que hacer algunos arreglos y barnizarlo para que luciese de la mejor forma posible. De este modo, se completa, por ahora, esa gran sala de exposiciones que se ha convertido la casa consistorial para este pintor. Tras más de una década de su paso como trabajador municipal, «siento satisfacción por poder ver las obras realizadas». Entre otras, destaca el escudo con los títulos concedidos a la ciudad trujillana y que cuelga en otras de las paredes.

Más allá de estas creaciones, Manuel Rubio no para su actividad creativa. En su taller, por donde reconoce que no pasa el tiempo, continúa dibujando y pintando. De hecho, durante la pandemia, ha llevado a cabo muy diversas obras. «He cumplido con mis amistades y he realizado algún que otro encargo», apunta. Entre otros trabajos, ha pintado un retablo con las imágenes titulares de la Cofradía Nuestro Padre Jesús Nazareno y Virgen de la Soledad, junto a San Lorenzo, en el que invirtió dos meses. Asimismo, no han faltado retratos y pinturas sobre Trujillo, junto a una serie de llamativas bailarinas. Casi sin tiempo de descanso, tiene en mente otras creaciones.

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