Los actos religiosos de las fiestas terminan con la misa mayor

Los actos religiosos de las fiestas terminaron ayer con la misa mayor con la presencia del obispo José Luis Retana y con una buena aceptación de público, aunque fue algo menor que la noche anterior. No obstante, hubo misas con la presencia de la Patrona, tanto a las 10.30 horas, como a las 20.30 horas, lo que provocó que los feligreses se repartieran en las distintas eucaristías. Hoy, directivos Hermandad Virgen de la Victoria trasladan a la Patrona, de nuevo, a su morada, la ermita del Castillo.

De este modo, la entidad termina la coordinación de esos actos, junto con el párroco Eugenio Albalate, que ha vivido sus últimas fiestas como párroco de la ciudad. En unos días, se trasladará a su nuevo destino y llegará el nuevo párroco, Juan Carlos Millas.

Esa programación religiosa comenzó el 27 de agosto, con el inicio de la novena. Desde ese día y hasta el sábado, la Patrona, como es tradición, ha mantenido el bastón de mando de la ciudad. Además, entre otros actos, se llevó a cabo la presentación de los recién nacidos a la Virgen y el sencillo homenaje que se dio a los matrimonios que han cumplido sus bodas de plata y de oro. El pasado sábado, se llevó a cabo el besapiés a la Virgen, con una gran participación, así como la oración de las directivas de las distintas hermandades a la Virgen. Tras ese canto himno Salve el sábado dentro de la iglesia de San Martín, todo terminó ayer con la misa mayor, con la participación de integrantes de la corporación municipal. Tras su finalización, no faltaron las numerosas fotografías delante de la Patrona.

Directivos de la Hermandad se han mostrado satisfechos del desarrollo de esta programación. Consideran que los actos se han llevado a cabo con normalidad, respetando las restricciones sanitarias. Así lo reflejó también Albalate al finalizar la misa mayor.