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Grupo de amigos bailando en el Chíviri
El buen tiempo se alía con la fiesta del Chíviri

El buen tiempo se alía con la fiesta del Chíviri

Miles de personas se reunieron en la plaza Mayor para celebrar esta fiesta de Interés Turístico Regional

Javier Sánchez Pablos

Domingo, 1 de abril 2018, 22:23

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Un sol radiante y una temperatura primaveral se aliaron ayer con la ciudad trujillana para celebrar en su plaza Mayor una de sus fiestas más características, el Chíviri, declarada de Interés Turístico Regional. Desde Girona hasta Sevilla pasando por Madrid. Fueron algunos de los sitios de procedencia de los miles de participantes en esta jornada. También asistieron visitantes de distintas partes de Extremadura. De hecho, hubo algún lugar desde donde llegaron autobuses, como por ejemplo Navalmoral de la Mata. Todo transcurrió con normalidad, sin incidentes destacables.

«Lo más llamativo es ver a las familias unidas y degustando distintos productos típicos», afirmaban una pareja llegados de Cataluña, Marc Busquets y Alba Martínez, ataviados con el traje típico prestado por la familia. «Quizá, lo mejor el buen rollo», sentenciaron. Como esta pareja, llenos de alegría, numerosos vecinos, sobre todo mujeres, grandes y pequeñas, participaron de la jornada festiva vestidas de pastora, con sus polleras o refajos. Los hombres, en menos cantidad, fueron con la chambra característica. Lo que si se vio fueron muchos pañuelos rojos atados al cuello, característico de este día.

La fiesta comenzó sobre 12.30 horas, con la orquesta Pizarro, que fue la encargada de interpretar los temas típicos, como Rafael de mi vida y de mi corazón o ¡Ay Chíviri, Chíviri, Chón, entre otras muchas. Ya, el sábado por la noche, esta agrupación animó la velada con esos temas tradicionales.

La plaza Mayor trujillana comenzó a llenarse poco a poco. Quizá, cuando más personas hubo fue pasada las tres de la tarde. A ritmo de la música, se formaron algunos corros de amigos y familiares bailando y cantando. Entre baile y baile, la mayoría de los participantes recobró fuerzas con viandas diversas, como quesos y derivados del queso, acompañados por vino o refrescos. No faltaron algunos bocadillos y distintos productos dispensados por los bares de la zona. Tampoco faltó la bota de vino. Algunos grupos de amigos acudieron a la plaza con distintos recipientes. Otros, sobre todo jóvenes, fueron equipados con bolsas llenas de botellas. «Es una fiesta con mucho ambiente», señaló el moralo Javier González, acompañado de sus amigos. Así opinaba también Javi Rodríguez, de Rosalejo. Antes de entrar en la plaza, hubo que mostrar el interior de las bolsas, ya que no se podía acceder con vidrio, ni con ningún elemento atípico.

Mientras la fiesta se desarrollaba, un centenar de personas veló por la seguridad de los participantes. Entre ellos estuvieron policías locales, guardias civiles, así como integrantes de Protección Civil y Cruz Roja. También se contó con el Puesto del Mando Avanzado del 112.

Una vez terminada la música en la plaza Mayor, cientos de personas se desplazaron a cafeterías, bares y locales de copas para continuar con la actividad festiva hasta altas hora de la madrugada. Hoy, la ciudad vive una jornada de fiesta local. Muchos de sus vecinos disfrutarán de un día de campo en distintos lugares.

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