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La escolanía en un concierto en Trujillo
La Escolanía Santa María cierra seis conciertos por Navidad

La Escolanía Santa María cierra seis conciertos por Navidad

Estos ángeles de la música ya comienzan a abrir sus alas encima de los escenarios

Javier Sánchez Pablos

Lunes, 19 de diciembre 2016, 06:26

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Uno de los requisitos es tener ganas de cantar y de aprender, además de una voz aceptable. Para ello, se hace una audición. A partir de ahí, poco a poco, se van adquiriendo las técnicas necesarias. Así comenzó hace dos años la Escolanía Santa María, dirigida por Ángel Guerra y formada por 26 niños y niñas en edades comprendidas entre los 7 y 15 años.

Tras un largo proceso de aprendizaje trabajo y mucho ensayo, ahora es cuando se están viendo los frutos de esos días de sacrificio, destaca el director. «Son como ángeles sin alas»·. Aunque reconoce que todavía tienen que mejorar, la agrupación ya posee un amplio repertorio que lo están dando a conocer en distintos escenarios de la región. Solo en estas Navidades, cuentan con seis conciertos.

Guerra reconoce que uno de los problemas de una escolanía es que los menores que van teniendo una cierta edad, ya con buena preparación, lo tienen que dejar, sobre todo, el sector masculino, que va cambiando la voz. Este hecho hace que este tipo de grupos se esté renovando continuamente. Sin embargo, el director cree que algunos de los componentes, con grandes voces, estarán cinco o seis años juntos.

Estos niños y niñas ensayan 2,5 horas a la semana. A pesar de ello, matiza que hay que ser comedidos con ellos, ya que tienen otras muchas actividades. Ahora, en Navidad, con vacaciones, pueden dedicar a la formación más tiempo.

Durante los exigentes ensayos, Guerra y sus colaboradoras no solo se centran en enseñar a cantar. Sus pupilos también se aprenden canciones, algunas de ellas con letras difíciles. De hecho, dentro de su repertorio, cuenta con temas en hebreo, japonés, maorí, e incluso, en latín, además de inglés. Guerra no tiene dudas de que supone un trabajo extra para aprenderse esos temas en sus correspondientes idiomas. Todo ello se completa con el aprendizaje de coreografías, con la intención de que los ensayos y posteriores actuaciones sean más lúdicas y divertidas. Como novedad, han aprendido una canción con el lenguaje de signos, gracias a la colaboración la federación extremeña de personas con discapcidad auditivas Fedapas de Extremadura. «Los niños aprenden todo y es increíble la capacidad de aprender que tienen».

Sin duda, una de las motivaciones de estas voces angelicales son los conciertos. Hasta ahora, habían salido a un escenario de manera puntual. Sin embargo, en esta Navidad, estos ángeles han comenzado a desarrollar sus alas, llegando a distintos escenarios. El pasado sábado estuvieron en Alcuéscar. Ayer, cantaron en Aliseda. También viajarán a Monroy y a Guadalupe. Ángel Guerra recuerda que la escolanía está abierta a todos aquellos menores aficionados a la música, previa una adición. Sostiene que estos jóvenes deben ser la cantera de sus mayores, la coral Santa María.

Tanto para una como para otra agrupación, pronto llegará uno de sus platos fuertes de esta Navidad. Será el tradicional concierto en estas fiestas. Tendrá lugar el 26 de diciembre, a las ocho de la tarde, en el Hotel Izan. Junto a ambas formaciones, como novedad, cantará una trujillana, Adriana Bazaga Carrasco, que está estudiando canto en León. Estará acompañada por su pianista Crispina González-Zabaleta. Se trata de la aportación de esta formación a la Navidad trujillana.

Además, Ángel Guerra espera que también participe en este recital un maestro que está triunfando en Europa. Se trata del pianista trujillano Luis Bravo, que colabora de forma asidua tanto con la coral, como con la escolanía. «Es un lujo poder contar con él», añade.

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