Javier Sánchez Pablos
Domingo, 22 de mayo 2016, 23:02
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Los organizadores del Festival del Paisajes, Gestos y Jardines han iniciado un estudio pionero en la región para construir «el mapa emocional de Trujillo». Para ello, en una primera fase del proyecto, se ha contado con la participación de los escolares de la ciudad en edades comprendidas entre los 9 y 12 años. La iniciativa está dirigida por el catedrático de Psicología Ambiental de la Universidad Autónoma de Madrid, José Antonio Corraliza. Cuenta, además, con un equipo de seis personas para la coordinación de los colegios, así como para realizar el trabajo en cada uno de ellos.
Este responsable explica que los espacios funcionan como soporte de muchos sentimientos y emociones. En el caso de la ciudad trujillana, sus lugares están cargados de simbolismos. Con este estudio, lo que se pretende es analizar si las nuevas generaciones integran dentro de su estructura emocional los espacios de valor simbólico e histórico del municipio.
Con esta premisa, se ha diseñado una serie de documentos para conocer cuáles son los lugares más conocidos para estos menores, además de sus sitios favoritos, los más bellos y lo que hacen en ellos. Todo ello facilitará «definir o mapear el conjunto de juicios emocionales sobre Trujillo». También se obtendrá información de la estructura completa de lo que es el municipio y analizar la dinámica de la vida de la ciudad para estos jóvenes, añade el profesor.
A partir de ese trabajo, se podrá conocer cómo los niños representan el espacio y qué usos hacen del espacio urbano. Además, puede permitir reformular principios básicos del urbanismo, cómo conseguir que la zona monumental no se convierta solo en un valor cultural, sino que se integre en la agenda diaria de las nuevas generaciones. «El mayor temor del espacio urbano es que no se use», explica el profesor.
El estudio comenzó el 9 de mayo con una reunión con los docentes en el Centro de Profesores de Trujillo. Tras este encuentro, se han ido recogiendo datos. Para ello, los menores han tenido que hacer un dibujo de la ciudad, además de mencionar sus lugares preferidos. Con este material, se va a cartografiar esos espacios para localizar los sitios más y menos conocidos. También se ha pedido una redacción de cómo les gustaría que fuera Trujillo en un futuro. Si se puede, además, se evaluará emocionalmente alguno de los lugares más importante.
Aunque todavía hay que hacer una lectura de datos, Corraliza considera que uno de los resultados que se pueden tener es que solo se conozca la parte antigua de forma salteada con algunos monumentos pero con muchas sombras. Una vez tomada esos datos, el equipo de investigación de la Universidad de Autónoma los analizará. Este proyecto puede tener una nueva fase.
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